Hablando de Messi...
Argentinos ¿cómo son los
argentinos? pues diría que son como las personas del resto del
mundo. Los hay buenos, los hay malos, los hay capitalinos, los hay
provincianos, hay argentinos con talento y los hay sin talento, hay
argentinos muy creídos y argentinos como Messi.
La sociedad argentina es
diversa y además cambia, como cambian todas las sociedades. Desde
que deje mi país de origen han pasado 27 años y desde fuera ya no
entiendes nada de lo que pasa por allí, con Facebook o sin Facebook,
cuando vuelves de vacaciones todo es distinto y menos mal.
Hoy a
lombardos, sicilianos, genoveses, gallegos, catalanes, andaluces, británicos,
escoceses, árabes en general, israelitas, sudamericanos, etc. se les
han sumado chinos de diversas regiones, coreanos y otras
nacionalidades. Pero sobre la diversidad
natural y cultural de las sociedades a veces sobresalen fenómenos que vistos
desde fuera llaman mucho la atención por recurrentes.
Hoy ganó un Balón de
Oro Messi, se supone que el 4 Balón lo hace un mito. También lo
hace un mito su personalidad y seguramente el asesor de imagen del
Barça. Los argentinos reclaman la nacionalidad de Messi en estos
momentos con un ímpetu que roza el fanatismo. Pero Messi no es una
excepción. Maradona fue mitificado por impulsivo, trasparente, exuberante y
sobre todo porque representa a las personas que saltan de la nada a
la obtención del todo.
Esta beatificación no
sólo se otorga a los futbolistas. Hace unos días leí que han
descubierto que Gardel se dedicaba al dudoso trabajo de embaucador en
su temprana juventud. Lo más probable es que este dato no corrompa
el mito, si no que lo refuerce, convirtiendo al pícaro en héroe, lo
mejor que le sucedió al mito fue lo peor que le podía pasar a una
persona, murió joven.
También se extienden
estas beatificaciones laicas a los políticos, Eva Perón está siempre en el escalón más alto de la idolatría. La Sra Fernández
sabe lo que representa la caritativa Señora del moño, para la clase
trabajadora argentina, por lo tanto imprimió billetes con su
esfinge ¿populismo? ese es otro tema.
El mundo de la literatura
también tiene sus santos, no eres un lector argentino que se precie si no
amas a Borges o a Cortázar. Y encima has de afirmar que los
comprendes, que te emocionan, que te has leído Rayuela de un
tirón y que has analizado El jardín de los senderos que se
bifurcan.
A los mitos se les
perdona todo, se les justifican los errores, se les disculpan las
críticas a lo más sagrado, se les excusan las deshonestidades y se
giran argumentos explicativos para convertir humanos en dioses.
Algunos argentinos me
dicen que se trata de olvidar lo cotidiano y emborracharse de orgullo
por dar a luz como país a un individuo excepcional. Creo que
la cuestión es un poco más profunda y viene determinada por las
ideologías neoliberales que han gobernado casi siempre Argentina,
una ideología basada en un neodarwinismo social donde sólo deberían
sobrevivir los mejor adaptados y donde el éxito sólo lo logran
individuos excepcionales. El sentido de colectividad, donde todos
puedan sobrevivir y disfrutar de un éxito basado en los logros
comunitarios, creo, que a la sociedad argentina le suena a comunismo
marxista ortodoxo.
Esto más que un comentario es una pregunta... pensé que el neoliberalismo era más moderno. El neodarwinismo no. Nos ha marcado a sangre y fuego y no es una metáfora, desde hace más de 100 años. Bs Patricia
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