Los congresos siempre son objeto de bromas ya que llevan implícito esos momentos de diversión, ese tiempo-recurso un poco malgastado. Como dijo en una ponencia Plenaria Paula Godinho en referencia a las sociedades rurales: “… se lanza la semilla a la tierra, se cuida, se cosecha. Se reserva una parte para el sustento, otra para tributos varios y otra para la fiesta, destinada a la celebración, al tiempo ceremonial, a la diversión, al gasto improductivo y al derroche, a lo que Georges Bataille llamaba el “la parte maldita”. Sin embargo, una parte de lo producido tiene que separarse del consumo para servir de simiente, para que el ciclo no se interrumpa el año siguiente” (107:2017) Al XIV Congreso de antropología “Antropologías en transformación: sentidos, compromisos y utopías” (Valencia, 5,8 de septiembre de 2017, convocado por la Federación de Asociaciones de Antropología del Estado Español), se le puede aplicar el parágrafo anterior como metáfora. En la ape
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