Un@ más

Debo pedir disculpas, últimamente me estoy pasando por el forro la estética literaria en mis textos, últimamente estoy escribiendo a golpe de ira. Hace un año, más o menos, leí un articulo sobre un escritor que se declaraba ciudadano y esto lo llevaba a opinar sobre la realidad que lo circundaba, el hombre aclaraba que estábamos caminando por el posmodernismo, que estábamos en fase de decostrucción, más allá de la peli tontaina de Woody Alen, hablo de una corriente científica que marco también la literatura. Este escritor se justificaba por opinar en un cotidiano estatal cada domingo y quizás no hablar como debía de literatura. Yo no me voy a justificar, primero soy ciudadana y luego escribiente, no me interesa el posmodernismo, no decostruyo nada y creo que moriré marxista... vale esta bien, admito que la cultura pesa en nuestras decisiones colectivas e individuales, pero la superestructura económica nos aplasta. Y ahora nos aplastan las finanzas. Apa! No creo que eso sea posmo...

Esto es una guerra y en las guerras muere gente. Esto es una guerra donde están muriendo los de siempre, la carne de cañón que le llaman. En esta guerra hay dos bandos: El sistema financiero, sin rostro, sin nombre propio, sólo marcas corporativas, y como arma usa el Estado y su gobierno. En el otro bando estamos nosotros, los que cada día trabajamos o buscamos trabajo. Los que cada día salimos a ganarnos el pan haciendo cosas concretas, por dinero concreto. Los que tenemos nombre y apellido, los que tenemos rostros. En esta guerra están habiendo más bajas de las que pudimos calcular. Estas personas con nombres y apellidos que se han quitado la vida son nuestras bajas. Las tendremos en nuestros recuerdos el resto de nuestra vida. No como personas que han dejado de luchar, si no como aquellas personas que suicidándose han dando la vida por la causa, nuestros kamikaze, nuestro viento divino. Ellas, aunque silenciosas, han dejado un rastro inolvidable en la gente. Las han empujad...