El modo en que imaginemos la nación determinara el trato que le demos a los inmigrantes.



Dios prepara a los infieles un suplicio ignominioso. 
Saura IV 103
Así dice el Corán y si se va a las Sauras:
 IV (103), VIII (47, 59, 60), IX (123), 
 XLVII (4,5,37) XLVIII (16,17), LV(6), que me he tomado el trabajo de leer, hasta te da un poco de mal rollo. No soy musulmana por lo tanto seguramente no soy capaz de entender en profundidad estos pasajes sobre la guerra santa. Pero como lectora descontextualizada, luego me vino en mente Roma. Al fin y al cabo hacían la misma cosa. Los guerreros árabes pedían conversión y diezmo para no pasarte a degüello y los romanos pues más o menos lo mismo pero eran un poco más materialistas les daba igual en lo que creyeras mientras les pagaras los impuestos para la Roma imperial. En fin eran épocas barbaras aquellas. Las cosas se hacían así sin más vueltas. Ahora el imperio te manda un embajador pasado previamente por la ONU y luego te envía las tropas para hacerte ver cuantos son y que fuertes, te hace jurar que te vas a hacer democrático y le vas a dar una gran parte de tu petroleo y si no te manda una horda de bárbaros entrenados para masacrarte a bombazos.
El caso es que ahora se ha sumado un tercero en esta guerra por recursos, la opinión pública, a la que hay que convencer que la inversión de sus impuestos en armas es beneficiosa a largo plazo. Los gobernadores imperiales sacan de sus despachos ovales o cuadrados que sean ideas esencialistas y primordialistas ya inventadas por Napoleón y los padres del nacionalismo.
        El modelo en occidental  de estado-nación funciona para Francia, Italia y  la América de norte a sur y sin embargo estos sistemas anulan la diversidad y están llenos de fallos y agujeros. La revolución liberal-burguesa y nacionalista reclamó lealtad a la nación y soberanía para el estado. Para llevar a cabo estos objetivos se utilizaron políticas asimilacionistas y centralizadoras que llevaron a la eliminación de las minorías existentes dentro del territorio. El problema es que dentro de Europa no hay naciones-estados acabados a excepción de Portugal e Islandia, el resto disfruta aún de una variedad cultural, étnica de personalidad bien definida.
El caso del estado español es paradigmático, tenemos un conflicto inter-étnico entre centro y periferias de un calibre importante sobretodo en lo que se refiere al País Vasco y Catalunya. La principal dificultad para la integración en el estado español fue el fracaso de la revolución industrial en el resto del territorio. La autoconciencia catalana y vasca formulada bajo las bases ideológicas del romanticismo utilizo la propia ideología de la nación-estado contra el propio estado-nación.
La constitución del estado en formas de Autonomías aplazo el problema que aun no se ha resuelto y tiene matices de agravarse en los vaivenes de las negociaciones, tanto en lo que se refiere a la violencia etarra como a la vuelta atrás de nuestro Estatut. Catalunya es ahora y lo fue en la historia, una sociedad receptora. Las primeras migraciones del siglo XX fueron de trabajadores del resto del estado, “la quinta columna” que representaba los intereses del estado, un lastre en el proceso de normalización lingüística y la cultura del país. Desde el punto de vista de los inmigrados la sociedad receptora era vista como xenófoba y esto refuerzó su propia identidad, convirtiéndose en activistas culturales o hizo que se enquistasen en barrios como Sabadell, Cornellà.
          Ahora se intenta integrar sin asimilar pero es muy difícil no llegar a los primordialismos y a los escencialismos a la hora de cohesionar la nación para convertirla en estado.
El equilibrio puede darse mediante una interrelación entre lo publico y lo privado, lo cotidiano lleva hacia el mestizaje, pero mientras sea la política a mediatizar estas interelaciones y el dominio sea de partidos como el PSOE representante del neo-nacionalismo españolista y del PP representantes del antiguo, lo tenemos difícil. A estos dos se enfrentan los nacionalismos primordialistas catalán y vascos. Quizás otras formaciones políticas más alternativas deberían plantearse el tema desde la perspectiva de Eric Hobsbawm, es decir admitir que la formación de un estado-nación es un invento, luego el amar o no ese invento es otra cuestión, alejarnos del escencialismo nos permitirá integrar sin asimilar y quizás los nuevos inmigrantes se sientan menos aislados y nos ayuden a conseguir esa parte de libertad de gestión que nos merecemos. Y no hacer lo que hicieron los estado-nación pero al revés.
En este paseo de lo general a lo particular he llegado hasta Lleida, en la Paeria tenemos un representante del socialismo, del neo nacionalismo españolista ¿quizás? esta claro que este señor y su gabinete nunca verá la integración si no es en forma de asimilación ¿Qué es lo que les sucede?¿tienen miedo que los inmigrantes consigan las herramientas culturales necesarias para vivir bien y un día se les de por votar? No, lo que quieren es mantenerse donde están y conseguir votos de la derecha acostumbradisima a mover primordialismos. Las políticas hacia los musulmanes de nuestra tierra son más tirando hacer pasar por el aro que ha resolver conflictos que lleven a la cordialidad mutua. Este no es el modelo que quiero. No quiero la prohibición del burka, quiero resolver el conflicto negociando. No quiero una educación escolar de espacios de bienvenida de acogida, quiero que nuestros hijos acojan. No quiero una discusión interminable para conseguir algo tan escencial para una comunidad como un sitio para ir a orar. Todo esto no implicara que yo no siga siendo una mujer argentina, inmigrante, atea, feminista, republicana o que siga insistiendo para que Catalunya consiga lo que se merece, todo esto no significa que Catalunya pierda tradiciones, costumbres o lengua, simplemente ayudará a una franja de población a sobrevivir el hecho migratorio.

Eric Hobsbawm (apellido que soy incapaz de escribir sin hacer copia y pega) es el señor de "Naciones y Nacionalismos" 
En el resto me ayudo Juanjo Pujadas con "Etnicidad. Identidad cultural de los pueblos"

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