12 de octubre tarde pero seguro



Parto del presupuesto de que no me gusta trabajar por lo tanto me encantan los feriados y si dicha fecha cae de modo en que se pueda producir un puente me gusta aún más.
Soy agnóstica así que el contenido místico de las fiestas religiosas, como decirlo delicadamente, me importa poco, pero si no existieran habría que inventárselas, o sumar alguna musulmana o hebrea, podríamos alargar el fin de semana y guardar el viernes para los seguidores de Mahoma y el sábado por el de los padres judíos. Pasar unos días sin hacer nada más que comer y perder el tiempo con amigos y familia es la mejor cosa que me puede pasar entre una jornada laboral y otra.
Paso olímpicamente de conmemoraciones o festejos patrióticos, los de uno y otro lado del Atlántico, pero me quedaría en casa autofestejandome, conmemorando repúblicas y monarquías respetando mi vagancia.
¿Queda claro?
Muy bien, pues a pesar de que apoyo la teoría de graffity de que si el trabajo fuera bueno se lo guardarían los ricos para ellos, eliminaría un feriado, el 12 de octubre. Mientras el resto tiene un origen y una consecución más o menos clara en el tiempo, el 12 de octubre viene siendo tirado por los pelos desde que se lo inventaron, ha nacido con pie izquierdo, cuando se dieron cuenta que el día del descubrimiento de América era una falacia, pasaron a llamarlo día del encuentro entre dos culturas, un eufemismo hipócrita para no llamarlo conmemoración del genocidio de los pueblos originarios, los franquistas lo aprovecharon bien y le llamaron día de la raza y cayó en la cuenta que coincidía con el día de la Virgen del Pilar, les salió redondo. Cuando la modernidad arrasó con el término raza por no ser políticamente correcto y científicamente equivocado ya que el género humano es uno solo, pasó a denominarse día de la hispanidad. Los hispanos de origen no castellano parlante medio se rebotaron, aún más si cabe, ya que no toda América del sur es netamente hispana, como mucho mestiza. Al final España adoptó sola el día y se lo apuntó en el almanaque como día Nacional de España. Moverlo al 6 de diciembre como día de la Constitución no, tozudo el feriado este.
Este lastre terco del 12 de octubre lo arrastra España desde que era imperio y provocó los celos de la Gran Bretaña, los Países Bajos, Portugal y de la Francia prerevolucionaria. Y es aquí donde me apetecía llegar, fue en esos momentos que se creó el concepto de ciudadano. Ciudadano en la Edad Media, era el que vivía entre la catedral y la muralla, una variada población de estamentos sociales, gremios, inmigrantes extranjeros, excipientes burgueses y pauperrísimos súbditos.
La América del Norte a imagen y semejanza de Gran Bretaña, blanca anglosajona y protestante, metió a los pueblos originarios en reservas y comenzó el camino hacia la independencia. En la América del Sur las cosas no estaban tan claras, españoles, criollos se agruparon en las clases más altas y el resto era y es mestizaje. El concepto de ciudadano iba en degradé.
Las ideas de Hobbes, Loke, Descartes, Spinoza, Condorcet, Voltaire, Montesquieu, Rousseau y la declaración de derechos que marco la independencia de los USA, llevó a una concepción de ciudadano eminentemente atlántica, dejando de lado a los pueblos originarios americanos y por supuesto a África de donde provenía la mano de obra esclava que no era considerada humana y Asia de donde llegaban artículos de lujo y una filosofía política que nadie se tomo el trabajo de conocer a fondo. Por lo tanto el concepto es bastante etnocéntrico y por supuesto, según el momento histórico, más o menos excluyente.
Hoy es 12 de octubre y creo que deberíamos reflexionar un poco sobre el origen de esta conmemoración y preguntarnos como estamos empleando el concepto de ciudadano. A España está llegando gente de África, Asia y de la tan amada hispanidad, personas que muchas veces se dejan encerradas en centros de internamiento, se les da un papel con un sello que dice que está expulsado de España y se los manda a la calle, con suerte en meses, con desgracia en años. Estos seres humanos ¿en qué se convierten? La categoría de ciudadano no les es otorgada ya que ciudadano es una categoría jurídica que implica una serie de derechos que estas personas nunca llegaran a obtener, entre ellos el derecho al trabajo. Que a mí no me guste trabajar, no significa que piense que se deba vetar el derecho al trabajo, como lo están haciendo estos estados nuestros, denegando la documentación necesaria a los inmigrantes, menos vagos que yo, y que vienen aquí a ello. No se pone en peligro la vida en una patera o se adeuda uno por el resto de su vida porque uno se aburre, sino porque busca un nuevo territorio donde desplegar sus aspiraciones como ciudadano de pleno derecho, asumiendo el deber de trabajar para el nuevo país de acogida, seas hispano o no.


El vídeo es un recordatorio de Silvina que a veces me lee.
Los acentos son de Sonia que siempre me lee, por naricies...
Y en este texto me ayudo un capítulo excelente: La construcción histórica del concepto de cuidadanía: un impactante viaje entre Europa y América (siglos XVI-XVIII)  de otra mujer, María José Vilaltalo podeís encontrar en Ciudadanía y exclusión: Ecuador y España frente al espejo,  fue mi prof y el mejor suspenso de mi vida, ella me enseño a leer historia, así que espero no leea esto porque me vuelve a suspender. 

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