La mani

Estaba yo con espíritu de manifestación desde que me levante el miércoles, que parecía domingo, salí de casa con la idea de que todo estaba cerrado (por lo de la Fiesta Mayor de mi ciudad digo, por que lo de la historia de la huelga general me imaginaba que en algunos no había calado). Me sorprendí un poco al ver que los locutorios del Clot y la panadería de las colombianas estaban abiertos. Raro los chinos pensé, que acostumbrados como están ha realizar un régimen de trabajo estajanovista, los días de fiesta andan perdidos sin saber que hacer, como perro en cancha de bocha, como se dice por allí, en mi otro pueblo.
Mi madre, lo de la huelga se lo tomo más en serio, el martes compro los canelones ya hechos y se monto la bechamel, así el miércoles presto servicios mínimos, a mi de mamá me toco hacer igual así que ayude a Astor a hacer los deberes y mi padre se leyó todos Los Países que andaban atrasados por casa, mi madre sólo le deja comprar el periódico el domingo, por ahorrar y eso, pero se acumulan igual, pronto se lo hará leer por Internet para amortizar la cuota de Orange.
A las cinco desenchufe a mi hijo de la PSP y le dije que se vistiera de manifestante pero con colonia que además luego lo llevaba a los caballitos.
Mientras íbamos llegando al puente el chaval empezó con el interrogatorio, pasamos por el edificio Ducados, el de los sindicatos, le explique quienes eran los Comisiones Obreras, los de mami, los de la Union General de Trabajadore, los de la tía Sonia y los Central General de Trabajadores, de esos ya no conozco a nadie, pero aún existen. Le conté que trabajo hacían y que papel jugaban hoy en la mani. Astor se fue como calentando y me dejo claro que él estaba con los verdes.
Al llegar mis viejos y nuevos amigos me felicitaron por el pedazo de muchacho que natura me otorgo en suerte, encontramos a la tía Sonia que había venido con la Emilia, su madre y enésima abuela de mi hijo. Nos destinaron una bandera a verde a cada uno, cosa que a Astor le alegro mucho ya que se resistía a llevar otra que no representara el color de su ideología ecologista. Al comenzar la marcha siguió con la otra parte del interrogatorio 1) “¿por qué me manifiesto, má?: por tus derechos, mamá tendrá que trabajar hasta los 70, con suerte delante de una clase o delante de un PC, no quiero que vos tengas que trabajar hasta los 80, además la reforma laboral que quiere hacer el gobierno dice que nos pueden despedir cuando quieran y como se les antoje. Ves y preguntale a la tía Sonia que es sindicalista y te lo explicará mejor” (salida fácil de madres en peligro, ves y preguntale a quien corresponda). La segunda pregunta fue más fácil 2) “¿Qué tengo que gritar? ¿Abajo la reforma laboral?” la Sara le propuso “Zapatero reformate tu”. El caso es que faltaron unos silbatos pero había una especie de bubuzuela bastante chillona que salvo el acto según el chaval. Y así recorrimos la Rambla de Ferran, yo intentando que Astor no le metiera el asta de su bandera en el ojo a nadie y él preguntándose si Zapartero debía reformarse.
A mitad de la mani un chico africano le pregunto a la Emilia que era este cortejo tan particular. Esta claro que era otro Astor o otro Najim que me tiene abierto el locutorio un día de fiesta huelguera y sobre todo me quedo claro el trabajo informativo que la izquierda toda, tiene la obligación de hacer. Los inmigrantes no son niños, no les podemos contentar con la bandera verde o roja. La información es un derecho.
Al final de la mani, Astor había cambiado la bandera por el teléfono y se hizo las fotos correspondientes al evento, yo le robe el alma a Pané y a Mercè con una foto que seguro salio movida y entretanto llego la hora de las arengas de los compañeros de los sindicatos, que todo hay que decirlo, trabajaron como chinos y la cosa salio bien por ellos.
Al escucharlos Astor me cogió del jersey y me arrastro hacia la primera fila, su alma de niño necesitaba encontrarse por primera vez con la emoción colectiva, identificarse, sentirse parte de algo, de un algo más grande que su familia, una colectividad y su madre pensó que según sus valores, eso de ser un@ más en una colectividad que acepta la pluralidad podría andarle bien, ya que el muchacho tiene la identidad dividida en dos estados y una nación, Argentina, Italia y Catalunya. Quizás sentirse la emoción esencial del grupo le haga bien y lo ayude a crecer y más si el grupo esta formado de diversidad y no se trate por una vez de nuestro querido Barça.

La foto la hizo Astor.

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