Un tomahawk de hueso.


Me recomendaron Bone Tomahawk. Viendo en el cartel a Kurt Rusell con sombrero y barba en plan Tombstone II La venganza. Me predispuse a hundirme en el azul de los ojos del actor y ver la película usando simplemente mi cerebro réptil. Tal y como creo que se han de ver ciertas películas.  Eran las tantas de la noche, es decir las 23:00, hora en la que habitualmente voy ya por la etapa REM número 5. No me dormí. Enhorabuena al neo director S. Craig Zahler.
La película recoge un mito sobre los Anasazi, el pueblo originario de quienes  descienden, quizás,  los Pueblo. Entre ellos los Zuñi y los Zopi, quienes les llaman Hisatsinom, no utilizan la palabra Anasazi por considerarla un despectivo, una etiqueta, que le pusieron los Navajos y que significa antiguos enemigos. Se baraja la posibilidad de que hayan practicado el canibalismo en su decadencia, cosa que, desde nuestro punto de vista etnocéntrico, impresiona bastante. La antropofagia y el canibalismo no es un fenómeno exclusivo de mentes pervertidas como Hannibal,  quién constituye todo aquello que la sociedad norteamericana desprecia: la clase y la haigh culture.
Dos cosas me hicieron pensar en que se trataba de los Anasazi, la vivienda neolítica y el  ehecachichtli, el silbato Aztecas que usaban como un arma de guerra psicológica ya que pone los pelos de punta.
Cuando llegaron los españoles a América ya no había más rastro de los Anasazi que las viviendas vacías bajo acantilados inmensos. He leído a críticos de la peli que mencionan a los Karankawas ya que estos vivían a lo largo de Texas, y tenían fama de ser bastante crueles con los colonos. Considerando que era un pueblo que contaba con tres géneros, hombres, mujeres y un tercero, no creo yo que fueran tan poco civiles como para comerse a nadie, vivo o muerto, aunque visto lo visto una cosa no quita la otra. La realidad es que su fama de caníbales crueles es un malentendido, y sobre todo una excusa de los colonos para mantener distancias, atribuyendo a los pueblos originarios las más ruines costumbres.  Alvar Núñez Cabeza de Vaca en Naufragios explica rumores sobre los pueblos originarios, pero también cuenta como se alimentaron los cristianos en momentos de pura hambre, pese a que en la católica España no estaba bien visto comerse a nadie:
“…comenzóse a morir la gente, y cinco cristianos que estaban en el rancho en la costa llegaron a tal extremo, que se comieron los unos a los otros, hasta que quedó uno solo, que por ser solo no hubo quien lo comiese.” Capítulo XIV Cómo se partieron los cuatro cristianos, (1542)
Lo interesante del des-encuentro cultural es que los pueblos originarios abominaban a los cristianos por comerse a sus muertos.  Esto no quiere decir que no hubiese habido en América comunidades que practicasen el canibalismo ritual o por hambruna.

S. Craig Zahler metió en una caja a la historia mal contada, la sacudió y  con esa materia prima creo una muy buena  obra de terror pero muy arriesgada. La mezcla entre marcianos y cowboys salió fatal, esta podría haber salido peor. Pues no. La posibilidad de que existiesen pequeñas comunidades desconocidas entre finales del SXVIII y principios de SXIX son mayores a la posibilidad de que los alienígenas se vengan a este planeta primitivo de picnic.  Y las posibilidades dan mucho miedo.
El reparto de expertos como Kurt Russell, Richard Jenkins, Patrick Wilson, ha llevado  los diálogos un tanto tarantinianos a buen puerto.  Matthew Fox, más delgado que en Lost, hace lo que tiene que hacer, el personaje se luce. Lili Simmons, siempre considerando que está creciendo aún y en la película es sólo el objeto que deben recuperar, no lo hace mal. También presta su imagen  Sean Young  que después de Blade Runner no es más que un mito. Y por supuesto hay un Arquette, en este caso David.  Se nota el esfuerzo del guionista por dejar a las mujeres en buen lugar, pero está contando una historia del Far West, es decir que es bastante difícil poner a las mujeres en relación a los hombres en un sitio de igualdad, aunque la raptada sea una médica. 
No logra superar el racismo, aunque lo intente, el primero que muere es un afroamericano al que los caníbales no se comen ya que no les apetece comer negros. El indio, Zahn McClarnon, un secundario que adoro, que podéis ver en la serie Fargo,  es un integrado que ha perdido su orgullo guerrero, aunque en las circunstancias de la película no lo culpo.
A lo que iba yo al principio: Bone Tomahawk representa uno de los mayores tabúes de nuestra cultura, sólo es disculpado en casos excepcionales y muy marginales como fue el caso del accidente aéreo en los Andes, donde los deportistas se alimentaron con ciertas partes blandas de sus compañeros ya fallecidos.  Se puede afirmar que en toda cultura con recursos suficientes en proteínas el canibalismo esta prohibido y sólo muy excepcionalmente es un ritual. En medios con escasez alimentaria siempre es preferible el nomadismo. Nada existe sin razón y los tabúes, casi todos universales, existen por algo. El tabú del canibalismo es producto de la ley de selección natural de las especies, ya que la antropofagia es peligrosa para la salud, enfermedades neuro-degenerativas, como el Kuru (temblor), pueden provocar la extinción de toda una comunidad tribal debido a su largo periodo de incubación (de 4 a 40 años).  Pero sólo se trasmite comiendo el cerebro en el  menú, como tenían costumbre algunos de los pobladores de la región de Papúa, en Nueva Guinea. Obviamente no sólo es tabú por las enfermedades que puede generar, comernos unos a otros de forma activa, es decir cazando, no es rentable, puedes convertirte en presa.
Existieron comunidades que alentaron o no prohibieron la antropofagia por necesidad. Imaginaros que vuestra sociedad deja de ser un pequeño grupo nómade a ser un proto estado guerrero con ansias de expansión. Que aumenta la población del territorio y no hay grandes cantidades de proteína animal. Se suma a ello la guerra endémica y la toma de rehenes que no se pueden alimentar. Si estás viviendo esto eres un  Azteca.


Me he olvidado del título de este artículo, imaginaros también para que se usa un hacha de hueso de mandibula en una peli de terror.

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